miércoles, 9 de abril de 2008

Doce niños inexpertos en tus besos muertos.



Ocho de la mañana

me levanto

recordando los besos de esa

cualquiera

que se traba en mi boca

Ocho de la mañana

En sábado de

Libertiinos en el aire

quizás

me eleve doscientos pies sobre el nivel del mar seco

por tus miradas

(Siempre tus miradas…)

de

juventud eterna

Aquella tarde en la pradera

reímos y me dijiste tantas cosas

aquella tarde en la pradera se nos

anocheció el tiempo entre vistas al

horizonte helado


…ya mero es invierno

Esta noche no seremos

más que dos libélulas que mueren

a las doce horas

aprieto tus senos…

gritas

soy un niño inexperto y me deseas

no importa que tengamos años de conocernos

no importa que tenga arrugas y tu canas

no importa que los doctores

digan que solo nos quedan doce

horas amargas

son las ocho de la mañana,

me levanto muerto.

sonrio

y absorbo las libélulas en tus besos

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