Doce niños inexpertos en tus besos muertos.
Ocho de la mañana
me levanto
recordando los besos de esa
cualquiera
que se traba en mi boca
Ocho de la mañana
En sábado de
Libertiinos en el aire
quizás…
me eleve doscientos pies sobre el nivel del mar seco
por tus miradas
(Siempre tus miradas…)
de
juventud eterna
Aquella tarde en la pradera
reímos y me dijiste tantas cosas
aquella tarde en la pradera se nos
anocheció el tiempo entre vistas al
horizonte helado
…ya mero es invierno
Esta noche no seremos
más que dos libélulas que mueren
a las doce horas
aprieto tus senos…
tú gritas
soy un niño inexperto y me deseas
no importa que tengamos años de conocernos
no importa que tenga arrugas y tu canas
no importa que los doctores
digan que solo nos quedan doce
horas amargas
son las ocho de la mañana,
me levanto muerto.
sonrio
y absorbo las libélulas en tus besos…
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